Hoy a la mañana, sentada en el inodoro, llegué a la siguiente conclusión: Mi hijo es demasiado normal teniendo en cuenta que convive hace años con DOS mujeres que son capaces de tener, simultáneamente y colgadas por todo el baño de reducidas dimensiones, DIECIOCHO bombachas!

Y seee, me gusta el mc restaurant, el mc combo, la hamburguesa finita, las papas aceitosas, el mc swing con oreo y dulce de leche. Me gusta leer el diario de garrón, hacer que fumo con el sorbito de la coca cola ( ¡light por supuesto!), ver que muñequitos inútiles trae la cajita feliz, observar lo mal que come la gente, como se enchastran comiendo, como los padres llevan a sus hijos gordos a un lugar así. Mi crítica mala era por su café y ahora hasta lo han mejorado con el mc café. Antes la excusa para ir eran mis hijos chiquitos, ahora cuando salgo con ellos y se los propongo generalmente me cambian la hoja de ruta pero yo intento. Y además gusto de Ronald. "Gusto suyo". Es tan irresistible para mi que cuando lo encuentro... lo toco.

Bueno, hijo, te diré
La vida para mí
no es una escalera de cristal.
Tiene clavos.
Y astillas,
Y tablones rotos,
Y lugares sin alfombra
en el piso desnudo.
Pero todo el tiempo
Hay que subir
Y alcanzar rellanos
Y dar vueltas
Y a veces avanzar
en la oscuridad
donde no hay nada de luz.
Hijo mío, no te des vuelta.
No desciendas los escalones
Pues lo que encontrarás
será más duro.
No te caigas ahora,
Pues yo subo todavía, querido,
Sigo subiendo,
Y la vida para mí
no es una escalera de cristal.

Casa en construcción.

Por la vereda camina una chica que no llega a los veinte años.

Desde la obra se siente un grito: "¡ Tengo dieciocho años y soy soltero!". Inmediatamente paso yo.

Se siente la misma voz: "¡ Soy casado y tengo treinta hijos!".

¡ Todavía me estoy riendo!

Días atrás tuve la demostración más desinteresada de amor de toda mi vida. Me arriesgo a decir que la única muestra de amor incondicional dada por un ser al que ni siquiera me ligan lazos consanguíneos. Su explicación ante su generoso gesto fue: "No puedo ser feliz si vos no lo sos". Que alguien, por primera vez en mis cuarenta y cinco años de vida, me ayude sin pedírselo y que no me pida algo a cambio es sinónimo de que yo cambié o estoy cambiando. Y que es necesario empezar a quererse para que los demás nos valoren con nuestros defectos y nuestras virtudes. De todos modos, todavía la ficha no me ha caído. Una amiga al enterarse me dijo que soy buena gente y alguna vez la vida se iba a tener que poner a mi favor. Yo creo que lo que la vida me dio es a ese hombre tan increíble que me quiere sin condiciones, que me ama dejándome en libertad para ser yo misma y que me da la seguridad de saber que él es así, sin vueltas y que cuando sorprende es para bien, como lo hizo la semana pasada.

El año pasado más o menos por esta época, seguramente el 11 de setiembre, escuché un programa de radio que se llama Malos Pensamientos. El periodista llamó telefónicamente a un compatriota que vive en Nueva York y que el día del atentado a las Torres Gemelas estaba trabajando como albañil o algo así en una de ellas. El protagonista contó que ese día estaba con otro uruguayo y que también había un chino, que murió, todos trabajando para la misma empresa. Cuando narraba que habían salido hacia las escaleras, Pettinatti le preguntó si se les había ocurrido auxiliar a alguien. Yo pensé: "Que pregunta jodida, en un momento así quien puede saber que hará y vaya a saber si este hombre no tiene remordimientos si no lo hizo". Pero ante mi sorpresa lo escuché contestar: "Cuando íbamos bajando con el otro uruguayo ayudamos a una mujer porque no nos dejaba pasar pero al llegar abajo salí corriendo y ni miré para atrás". Luego una mujer llamó al programa para saludarlo porque habían sido compañeros de trabajo en Uruguay, el entrevistado, haciéndose el canchero, lo único que le contestó es que la esposa estaba escuchando y que no lo comprometiera. ¡ Qué lindo material humano hemos estado exportando!

Hoy escuché al ministro de economía de Uruguay, José Mujica, aconsejando, con su habitual tono cínico, a "las muchachas" ( parece que para él sólo las mujeres hacemos las compras y la comida) que si el choclo estaba caro, que si el tomate estaba caro, pues que no lo compraran, que compraran asado ( el asado del Pepe: grasa y hueso a pocos pesos menos que un buen corte de carne). "Sustituyan, sustituyan" decía el desañilado político, "Si se les antoja comer choclo fuera de época y claro que va a estar caro". Es el mismo señor que hace un tiempo manifestó que Uruguay era un país gil porque exportaba granos sin procesar. Parece que el hombre las sabe todas y que el paso de los años no le han enseñado un poquito de humildad. Fue el fundador del movimiento tupamaro que con su guerrilla urbana llevó al país a unos años muy oscuros que desembocaron en una dictadura que los oscureció aún más. Ahora, en el siglo XXI, "El Pepe" nos ordena que es lo que debemos comer, no hablemos por favor de la pirámide nutricional y menos aún de un menú con acento francés, estamos hablando señoras y señores, de que nuestro ministro se molesta porque alguien le comentó que ¡un choclo! estaba caro y parece que al choclo ( alimento berreta si los hay) lo debemos sustituir por un pedazo de algo parecido a carne que hasta un perro olfatearía antes de comer. ¿Este señor piensa en serio que los uruguayos somos "giles"? ¿ El comerá su asadito? "Sustituyan, sustituyan". Que no lo decrete con tanta convicción, en una de esas los "nabos" y los "giles" decidimos hacerle caso dentro de dos años.

Dios, Tú me has condenado a tener mente;

ayúdame pues a soportar la vida.

Dr. Viktor Frankl ( 1957)

Ayer vi un video en que un Fidel Castro joven manifestaba que cuando tuvieran un gobierno bueno se cortaría la barba. Han pasado más de cuarenta años de esa filmación...todavía no se ha afeitado. Pa' meditar.

También vi un documental sobre la vida de Gandhi. Parece que este buen hombre decidió vivir en castidad y así se lo planteó a su mujer en una decisión unilateral. Sus hijos y su esposa sufrieron mucho por sus decisiones en las que nunca los consultaba, como la de darle una beca de estudio que estaba destinada a su hijo a otro miembro de su comunidad. Este señor presenciaba cuando las mujeres de su comunidad se bañaban y tuvo a su lado por más de veinte años a una mujer occidental a la que le enviaba cartas eróticas contándole como reprimía sus instintos sexuales hacia ella. Cuando se le criticaba decía que todo lo hacía para poner a prueba su celibato. A los setenta y pico de años se acostaba con su sobrina nieta de diecisiete años, ambos desnudos. Explicaba esta actitud diciendo que era una nueva prueba a la cual se sometía y que había comprobado que no sólo él no sentía deseos sexuales, como le había pasado en sus otros "experimentos" sino que la mujer, repito, su sobrina nieta de diecisiete años, le había manifestado que tampoco los sentía y por lo tanto había llegado a la culminación de su búsqueda en tal sentido. (Viejo choto y degenerado, no te diste cuenta, encima de tu ego, que una adolescente lo único que podía sentir al verte desnudo y deseando dormir junto a ella, era repulsión? )

Dos episodios que demuestran lo peligroso que es transformar a un hombre, terrenal, en un Dios omnipotente.

Podríamos recordar a Hitler, aprovechando un momento crítico de Alemania para manipular a las masas y suicidándose cobardemente antes de enfrentar las consecuencias de sus aterradores actos.

Por eso sigo opinando que la educación, libre y no flechada, es fundamental para que cada persona sepa poner límites, para que pueda razonar individualmente y seguir a un líder si lo desea pero siempre teniendo presente que esa persona está en un pie de igualdad con los demás y que debe de tener la suficiente humildad para escuchar y para reconocer sus errores.

"¡ Con libertad yo no ofendo ni temo!"

Un compañero de trabajo luego de caminar detrás de mi por el corredor de la oficina: "Uru, no creas que te estoy tirando los galgos pero ahora que me separé y estoy saliendo de nuevo me he dado cuenta que las mujeres de tu edad tienen mejor cuerpo que las de veinte y pico: ¡todas tienen un rollo a la altura de los riñones!".

Uru: " Mi amorrrr, no es que las veteranas no los tengamos, es que usamos el pantalón más arriba!"

¡Juajua! ¡ Me encantó el comentario!