En el residencial geriátrico donde vive mi abuela:
Señor: - "Estoy contento porque va a venir mi hermano Alejandrito."
Señora: - "Alejandro es mi hermano también..."
Señor: - "No, no es tu hermano."
Señora: - "¿ Y por qué no va a ser mi hermano?"
Señor: - "Porque vos tenés edad para tener nietos, no para tener hermanos."
Señora caminando pregunta a que hora sale el ómnibus para Artigas.
- "Sale dentro de dos horas..."
- "¡ Dos horas! ¡Y yo perdí mis valijas!"
Se va hacia otro grupo y pregunta si saben por donde se va para Artigas.
- "Creo que hay que ir por donde está la mesa."
La señora rodea la mesa caminando y vuelve:
- "¡ Perdí las valijas y me tengo que ir para Artigas!"
Abuela: - "¿ Qué le pasa a esa señora?"
- "Perdió las valijas."
Abuela: - "¡ Pobre mujer! ¡Hay que ayudarla! ¡ Vamos a buscarle las valijas!"
Regresamos con la abuela de un paseo y al ayudarla a bajar del auto dejo las llaves de contacto puestas sin darme cuenta.
Entro a la casa y al irme no encuentro las llaves.
No tengo mejor idea que comentar en voz alta que las perdí.
Alboroto de veteranas y bastones canadienses, todas hablando a la vez: - "¡Se perdieron las llaves de la casa! ¡ No vamos a poder salir nunca! ¡ Nos vamos a quedar encerrados para siempre!"
En la puerta de calle le recuerdo a una de las empleadas que no se olvide de avisarme cuando quede una vacante para internarme.