viernes, setiembre 10, 2010

-"Hijo, arreglate el auricular que te para las orejas."
-"Siempre tengo las orejas así."
Lo miro detenidamente...
-"Tenés razón."
( Veintiun años diciéndole "nene, no sos orejudo, son cosas tuyas" y arruino todo por un momento de distracción...)

miércoles, junio 02, 2010

Una señal de que estás envejeciendo es cuando pedís hora para el ginecólogo y la recepcionista no te pregunta "¿ Por control de embarazo?"

domingo, mayo 23, 2010

Ex compañero de liceo de Uru: - "Hace unos días conocí a tu hija, es igual a ti."
Uru contesta con total naturalidad: - "Tu hija también es preciosa."
Mi interlocutor sigue "su ruta" y yo río al darme cuenta de mi contestación. La mujer sentada al lado mío me dice que le llamó la atención mi respuesta pero no tenía confianza para comentarme mi ataque de ego.
Y así transitamos por la vida, dejando impresiones buenas o malas o sacando conclusiones de momentos...

martes, mayo 11, 2010

Hijo con mononucleosis, abuela declarada incapaz, madre y nieta a cargo de ellos integrando por ley una mesa electoral. Quienes no concurran a votar deberán presentar ante la Corte Electoral un certificado médico hecho el día de la elección. Voy a la Corte a explicar la situación y a consultar si basta con presentar un certificado médico de fecha anterior recomendando un reposo de quince días y la declaración de incapacidad. "No sirve - tiene que ser el certificado con fecha del día de la elección - pídale al médico que se lo haga antes pero con la fecha del domingo - ¿ no tiene ningún médico amigo?". Me voy con un sentimiento raro ¿ estaré mal en solicitar lo correcto y no pedirle a otro que mienta para cumplir con una disposición absurda?
A la noche mi hija me hace un test: - "Ma, no piensas como el común de la gente, tendrías que haber contestado martillo rojo".
Así que por ahí está la cuestión, ¡cuanto menos complicada sería mi vida si en ese test hubiese contestado martillo rojo!

sábado, marzo 27, 2010

Me levanté a las corridas y salí de camisón, pantuflas y pelos parados a llevar a mi hija a sus estudios.
Ma si - pensé - nadie me va a ver y al llegar a casa me zambullo de nuevo en la cama.
Pero a seguro lo llevaron preso y a mi auto lo atacó algo que me obligó a parar en una estación de servicio, donde el muy hijo de puta se emperró en no abrir su capot.
El pistero me dijo amablemente "¿Puedo señora?" para probar él abrirlo con la palanquita de abajo del volante.
Y allí estaba yo, de madrugada, en la pista de una estación de servicio, desgreñada, sin bañarme ni lavarme los dientes, con un desconocido arrodillado y entre mis piernas.

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jueves, febrero 11, 2010

El último 31 de diciembre en una siestita rápida soñé que estaba parada y a mi izquierda estaba la entrada amplia de un lugar público. Una mujer aparecía frente a mi y me decía que con anterioridad había comprado algo más caro y que ese día se había enterado que estaba más barato y con un gesto de desagrado levantaba los brazos mostrando un cartel donde decía "10 de febrero 22.30 horas". Al despertar me fijé en el almanaque y ese día caía un miércoles, no tuve dudas que ganaría un juego de lotería que se sortea los miércoles y los domingos. Anoté el sueño en la agenda del nuevo año para recordarlo ya que no soy timbera. Con el correr del tiempo la optimista certeza se me fue transformando en interrogante: ¿ Y si en ese día y a esa hora me voy a morir? Lo conté a mi familia y en el trabajo e hicimos miles de bromas. A horas del hecho estaba en mi casa, sola, tirada en la cama, mirando televisión cuando recibí un mensaje de texto de una amiga que no conocía mi sueño: " ¿ Vamos al teatro? Hoy 22.30". Con pereza contesté que si porque si no sacaba el cinco de oro debería estar atenta al mensaje del Universo en el teatro, aunque fuera a que el techo no se me cayera encima. Con la confirmación televisiva de que el azar no era lo mío marché hacia el lugar y al llegar llamé telefónicamente a mi amiga que no contestó. A minutos de las veintidos treinta bajé del auto porque si mi destino era morir no quería hacerlo sola. Al llegar frente a las marquesinas sentí que me llamaban y di la vuelta para encontrarme con una conocida: "Hola Uru cómo estás qué calor hoy tuve que ir a Montevideo y no sabés estas sandalias que compré a mil novecientos en el shopping de la terminal hoy las vi a mil cuatrocientos porque están de liquidación bla bla bla..." y en ese momento me di cuenta que estaba parada con la entrada amplia del teatro a mi izquierda y una mujer frente a mi me estaba diciendo que había comprado algo más caro de lo que valía actualmente, miré el reloj, eran las veintidos treinta del diez de febrero y mi sueño se estaba cumpliendo literalmente. Mi mente complicada, extremista y femenina había tratado de interpretar lo obvio, entré apurada a la función y al salir y prender el celular recibí un mensaje de mi socia: "¿ Te moristeSSS o sacaste el cinco de oro?" . Ni lo uno ni lo otro, simplemente me sorprendí, una vez más, de la magia de la vida.

jueves, enero 28, 2010

Hija de Uru: - "No es que sólo a ti te pasen cosas insólitas, es que sólo tú las cuentas..."

A propósito de un episodio en que Uru caminaba de pollera por una calle céntrica, vereda de una comisaría, y se le cayó la bombacha.