viernes, marzo 31, 2006

¡ Uyyyyy!!!!! ¡ Cómo abandoné mi blog apenas nacido! La vida "real" me ha tenido muy ocupada. Se me viene encima con sus alegrías y desventuras. A veces "siento todo el peso de la vida sobre mis cansados huesos". Otras, el optimismo "tira piedritas en mi ventana". Pero deseo tanto volver a sentir la chispita de la felicidad, el motor que te hace ver todo mejor y más fácil... Aunque sea cursi es ese el sentimiento. Se que he dado pasos importantes, el camino no es fácil pero es lindo, ir descubriendo la vida y su magia, ir sorteando los obstáculos a medida que aparecen, como escalones que nos elevan y nos hacen crecer. Y aquí estoy, yendo pa' delante, sin mirar pa' trás, avanzando y avanzando, tratando de aprender las lecciones del Universo... "¿ Qué me quiere decir hoy?...¿ Qué es lo que no estoy entendiendo que me da tantos palos?... Esto ya lo comprendí y por eso me cayó este Angel..." ¡ No estoy loca! ¡ El humor me salva! ¡ El humor nos salva! Y la confianza en que existe algo más allá de todo entendimiento que nos ayuda cuando estamos en sintonía. Y la paciencia y la tranquilidad. Y asumir y reconocer nuestros errores y asumir y reconocer nuestras virtudes. Entendernos para comprender lo que nos sucede y que todo los que nos pasa es producto de nuestras acciones voluntarias o involuntarias. Hace mucho tiempo, cuando andaba tratando de encontrar la salida - todavía no lo hice pero ya veo una lucecita - escribí algo falto de toda técnica poética pero que no me da verguenza transcribir, quizás porque este blog todavía no tiene rostro. Dishe mashomeno ashí:
¿ Alguna vez sentiste en sutil desacuerdo
que el alma se te aquieta sin paz y sin sosiego?
¿ Que el cuerpo no responde y la mente te ordena
"El camino no es éste, a la senda correcta se cambia con un paso"?
Yo no quiero un camino de dolores y penas
pero ya lo conozco y se en que rincones
esconderme esperando a que vuelva la calma.
Soy cobarde, no puedo cambiar y a paso ágil
dejar lo conocido, adentrarme en su seno.
Lo único seguro cualquiera sea el camino
es hacia donde vamos más allá del destino.
La señora que espera y que extiende sus brazos
notará temblorosas las manos de quien llega
añorando el pasado incambiable y ya ido.
¡ O seguras y fuertes porque acaba una vida
que siguió sus instintos y no teme a la muerte!