miércoles, agosto 29, 2007

Visitando a la abuela convaleciente comenté la vez que, siendo niña, el médico de la familia me pegó porque yo no quería que me tocara la pierna que me dolía. De esa manera empezamos a conversar sobre las costumbres de no hace tanto tiempo donde se permitía y era normal que los adultos le pegaran a los niños.
Yo me acordé de las palizas que en mi infancia me daba mi padre. Todavía recuerdo el ardor y la sensación de no aguantar más de una de ellas, o la vez que llegó de trabajar y le mostré las marcas que me habían quedado en los tobillos por los cintazos y su contestación de "te lo mereces" o el día que pensé "minga me agarras" y salí corriendo hacia la vereda y lo perdí atrás de mi, yo patitas pa' que te quiero por el medio de la calle.
La esposa de mi primo recordó que una vez la madre quebró un palo de escoba en su espalda, la patada en el traste que le dio su padre a los quince años y los zapatillazos que le propinó su abuela porque no la dejaba dormir la siesta.
Mi tía, nuera de mi abuela, contó que la madre siempre andaba con un rebenque para descargar en alguno de sus hijos ( y yo recordé en silencio la vez que con mi primo vaya a saber que travesura hicimos y ella me hizo salir de su casa para acto seguido encerrarse con el hijo y yo quedé ahí, solita en el patio, mirando hacia la casa de donde salían los gritos de dolor de mi infortunado pariente).
Mi abuela dijo que a ella no le pegaban pero que en sus tiempos el arma de tortura eran las varas de mimbre ( y yo recordé también en silencio los cuentos de mi madre, que nunca nos pegó, de la vara endemoniada de su progenitora).
Mis hijos escuchaban con los ojos como el dos de oro y no podían creer tal despliegue de violencia.
Me llamó la atención:
A) Que recordarámos sin dolor "espiritual" y simplemente como anécdota curiosa.
B) Que las dos adultas pegadoras, mi abuela y mi tía, no se hicieran cargo de su pecado.
C) Que algo tan cruel fuera tan común y aceptado por la sociedad en pleno siglo veinte.
D) El asombro de mis hijos adolescentes al escucharnos ( porque me hizo recapacitar y darme cuenta que lo que recordábamos era mucho más grave de lo que pensábamos).
¡ Y después dicen que los tiempos de antes fueron los mejores!

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10 Comments:

At 30 de agosto de 2007, 9:33:00 a. m. UYT, Blogger veroblog said...

recuerdo algun que otro momento de violencia, pero no como lo que relatas, un cachetazo síiii, una buena palmada de mas chica sí, pero nunca me pegaron ni con cintos, ni nada... digo, ahora lo pienso e igual es feo, aunque no sean esas palizotas. de mas grande también me acuerdo corriendo alrededor de la mesa del comedor o tirando cosas por el camino para obstaculizar el paso y rapido andar de mi madre para no poder alcanzarme... otros tiempos POR SUERTE!!!

 
At 30 de agosto de 2007, 3:25:00 p. m. UYT, Blogger Una Pepina said...

Admito que he propinado un par de soplamocos a Pepinita a lo largo de los años cuando se ponía en piquetera y la Sicología Infantil y los razonamientos morían en el intento y mi autoridad moral de madre estaba en cuestionamiento.
El tema es muy difícil.

...y que rápido que corría la pendeja!! (seee... porque conocía la consecuencia de sus "sin querer queriendo").

 
At 30 de agosto de 2007, 4:01:00 p. m. UYT, Blogger Gentleman said...

¿NO ERA QUE ANTES NO EXISTÍA STRESS!, existe hoy quienes descargan toda su carga negativa con los hijos pegandoles, pero creo que es menos que antes, aca va a salir una ley donde se prohíbe pegarle a menores, sean o no hijos.
Y yo que aveces samarreo un poco a mis nenas cuando estan insoportables y después no puedo con la culpa!!! ¡DONDE QUEDAN LOS LIMITES!
BESOS.

 
At 30 de agosto de 2007, 6:14:00 p. m. UYT, Blogger Si, mi reina said...

Eso q contas no llegue a verlo, pero si me contaban, hasta los maestros pegaban!!. Yo creo q con tantas movidas feministas y de derechos del niño hay algo bueno q es esto:la enseñanza a través de otros metodos, la autoridad mal usada. Una palmadita no le viene mal a nadie, pero más de eso me parece demasiado.
Muy buenas anecdotas uru!

 
At 31 de agosto de 2007, 8:54:00 a. m. UYT, Blogger JuanMa said...

La diferencia, afortunadamente, es que hoy se llaman por su nombre a las barbaridades que en otros tiempos se llamaban educación. Lo que ocurre es que, debido al mal diseño del sistema social actual, se están perdiendo valores éticos en la juventud, que son muy importantes. Esa pérdida es la que hace que los "nostálgicos" apelen a los tiempos pasados como mejores.

 
At 1 de setiembre de 2007, 11:28:00 a. m. UYT, Blogger lauruguacha said...

vero: conmigo no se andaban con chiquitas, no recuerdo ni un cachetazo, a cintazo limpio directamente! ( Me encanta Maitena, tengo todos sus libros y uno firmado por ella y una vez la vi en un supermercado de Punta del Este pero ni me acerqué, recholula la uru!)

Cuando mi hijo tenía quince años se había puesto conflictivo y me enfrentó ( es más alto que yo). Tiene el pelo largo y le di un tirón de la cola de caballo y le recordé que era su madre, nunca más me enfrentó y fue el único acto de violencia que protagonicé con mis hijos ( pero reconozco que a veces despiertan instintos asesinos! jaja!)

gentleman: si, en la conversación también hablamos sobre el proyecto de ley. Lo bueno es que ya no sean vistas como normales las palizas.

reina: sobre los maestros pegadores y sus métodos de castigos en otras épocas hay tema para rato!

garfio: ¿ y a ti te parece que era ético pegar a los niños? Como madre de adolescentes estoy en contacto con muchos jóvenes y, por lo menos por estos pagos, te puedo asegurar que son mucho más auténticos y solidarios que nosotros. Y otra cosa ( que pienso yo, no es verdad absoluta, jeje): A los chicos se los educa con el ejemplo y no con palabras y las actitudes de ellos son el reflejo de los valores que experimentan en sus casas.

¡ Saludos a todos!!!

 
At 3 de setiembre de 2007, 5:51:00 p. m. UYT, Blogger Miyita said...

vaya...una parienta mía me dijo:
Nosotras tuvimos suerte, porque somos inteligentes y supimos salir mas o menos libradas de eso pero...somos como un hermoso y antiguo jarrón chino que está pegado, no se nota nada claro, pero no lo puedes llenar de agua como si podrías hacer con uno sanito.
Las frustaciones siempre las descargaron sobre los mas débiles...(un abrazo gigante amiga querida)

 
At 4 de setiembre de 2007, 7:30:00 p. m. UYT, Blogger lauruguacha said...

miyita: completamente de acuerdo contigo. Linda imagen la del jarrón! La puedo usar?

 
At 5 de setiembre de 2007, 5:21:00 p. m. UYT, Blogger Blond@ said...

puff.. y pensar q a mi hermano mayor nunca le pusieron una mano arriba y odia a sus padres.. le faltaron los cintazos tonces...:))

besos

 
At 5 de setiembre de 2007, 9:49:00 p. m. UYT, Blogger lauruguacha said...

chica blond: Habrá que agarrar el rebenque toncesss...nunca es tarde!

 

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