Miren que pongo buena onda ¿ eh? A todo le encuentro el lado positivo. Pero hay veces que las situaciones de tan ridículas y poco serias se tornan irreales. Ya conté que una ley por obra y gracia de los legisladores decretó que mis colegas y yo, sin ser contadores, debemos liquidar impuestos, ser agentes de retención y solidariamente responsables de su pago. Tan es así que hubo que modificar nuestro arancel y agregarle a un artículo las gestiones por la liquidación de tal impuesto, honorarios que en los hechos nunca cobraremos aunque debemos tributar aportes e Iva como si cobráramos por tal gestión. Pero a ninguna de esas mentes brillantes se les ocurrió pensar en las miles de posibilidades que en la práctica se planteaban para el punto de partida del cálculo de dicho impuesto, situaciones que tampoco han previsto hasta ahora la enorme cantidad de decretos que han salido tratando de sanear la desprolijidad y falta de coherencia de la ley de reforma tributaria. Por lo tanto hay que realizar la consulta en el ómnibus estacionado contramano frente a la oficina de la Dirección General Impositiva. A casi dos meses de la implantación de la reforma todavía no me han sabido contestar ni una sola de las preguntas que les he efectuado y se lavan las manos pidiendo que llame a los teléfonos de consulta, cuyas respuestas varían según la disposición o sapiencia del que esté del otro lado. Por ejemplo: llevo diez días tratando que me contesten una pregunta ante una inquietud de un cliente, necesitaba la contestación YA porque el plazo para abonar ese tributo según lo que ellos me habían informado vencía el lunes 27. Pues bien, me contestaron que el primero de setiembre concurra a una charla que dará una profesional funcionaria de la DGI que viene desde Montevideo y por la que hay que abonar $ 1.700 pesos uruguayos ( unos U$S 73 dólares estadounidenses). Repito: necesitaba la contestación para antes del 27 de agosto. Me aconsejan ir a "una charla" el primero de setiembre. El viernes vuelvo a llamar al o800 ( pensando que hasta me deben reconocer la voz) y lo único que saben contestarme es que la fecha para ese pago venció el 21 de agosto y que el recargo es del 100 %!!! Cuando le explico toda mi odisea me dicen que los funcionarios no tienen la culpa porque están sobresaturados. ¿ Y los usuarios? Por que se supone que los funcionarios están para evacuar las dudas ya que el trabajo de liquidación, impresión y pago de tributos se realiza tooodo fuera de las oficinas. Somos todos empleados gratis del Estado, el mismo que no nos da las pautas y los criterios y que nos cobra multas y recargos si nos equivocamos en pagar un impuesto que EL no sabe como debemos liquidar! Otro tema es para los no residentes, si sos residente vas con tu documento de identidad a una red de pagos ( todo está tercerizado, seee) y pagas pero si no sos residente no se puede porque los documentos extranjeros no están en el sistema entonces el no residente tiene que inscribirse primero y hasta que no se inscriba no puede pagar ya que ese pago no es automático ( información que me dieron el viernes por el 0800). Demorarme en detalles sería muy aburrido para quienes leen pero todo lo que escribo es real y se puede poner peorrrrr!!!. Acabo de enterarme por un mail desesperado de una amiga y colega que el criterio por el cual hace unas semanas liquidé el IRPF y que me fue explicado por un funcionario de DGI destinado exclusivamente a esos efectos ( al que obedecí a pesar de explicarle que mi lógica me llevaba a interpretar de otra manera) fue cambiado la semana pasada ( por mi lógica) y que ese pequeño desvío implica que ¿ yo le estoy debiendo a DGI más de mil quinientos dólares por un impuesto que debió pagar otro y por una información errónea que me dio el propio organismo? Y encima, las respuestas de ellos no son vinculantes. Para que lo sean se deben hacer por escrito y esperar respuesta de "la capital" sin plazo o sea que todos los negocios quedarían paralizados hasta nuevo aviso. ¡Es de locos! ¡Demencial! ¡Es vergonzoso! Es increíble que la arbitrariedad y la ineficiencia sean la imagen de un ente estatal! Pero es lo que hay y lo que nos merecemos, los uruguayos vivimos en una eterna queja, las sabemos todas pero nunca nos unimos para defendernos, damos manija para que alguno vaya al frente y según lo que pase nos prendemos si sirve y si no sirve calladitos y a vos no te conozco. Me da mucha pena mi país. Mucha. Me voy a llorar al cuartito.