Otra vez me sorprendí cuando alguien me dijo que le había hablado mal. Se que digo lo que pienso quizás sin procesarlo lo suficiente pero no me considero una persona de mal carácter o mala onda. Mi compañera de trabajo de hace años me dice que lo mío radica en que soy una persona muy simpática, que doy confianza, que integro enseguida pero que cuando algo no me gusta inmediatamente pongo el límite y cambio el tono. Yo digo que es el trato que creo que la mayoría tiene con su familia cercana, a quienes les dices lo que piensas, te dicen lo que piensan y todo sigue bien. Pero debo aprender que los demás no son la familia, que mi trabajo no es mi vida, que debo desempeñar un papel intermedio donde las emociones no salten a cada rato. Que debo ser una hipócrita, bah, como los pajaritos de mentira de la foto, rodeados de vida pero estáticos, sin agua en la fuente, sin molestar, sin romper el órden. Qué aburrido.
4 Comments:
Lo bueno es que tu estás más viva que un dolor de muelas.. salud, uruguachita..
Muy viva, eso no se discute Amigo Güilo!
Y sin cagar (los pájaros, digo).
Gustavito: eso es lo único que me gusta, que no son cagadores...;-)
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