jueves, noviembre 08, 2007

Yo no fui de las mujeres que festejan la sentencia de sus divorcios. No me arrepentí ni un minuto cuando me casé aquella mañana soleada de diciembre en La Barra, lo hacía para toda la vida y con el hombre con quien quería compartir mis días. Mi separación llevó años de desencanto, de confiar, de esperar cambios. Cuando decidí irme ya no había nada que hacer. Me tuve que ir yo, tuve que enfrentar el dolor de la soledad, de mis hijos chicos, de las amenazas de quien era mi marido. Cuando decidió irse a otro país respiré tranquila y hasta me pidió dinero. Hasta hoy me da paz que un ser agresivo, mentiroso, manipulador, esté lejos físicamente de mi vida. Me alejó de mi familia, de mis amigos, de mis afectos. Ya separada, una amiga que hice durante el matrimonio, me contó que una vez que fue a mi casa, él le mostró una bala en la que tenía grabada mi nombre, por supuesto que nunca más fue. Yo trabajé siempre pero nunca tuve una moneda en mi billetera, mis padres vestían a mis hijos, mi marido se compraba ropa, implementos de caza, de pesca y de deportes, viajaba a América y a Europa, se mandaba la parte pero nunca compró ni un litro de leche para nuestro hogar. Embarazada de mi primer hijo me tomó de los pies, me tiró al suelo y me arrastró por la casa ( yo y a pesar de las contras de todos, me había ido a vivir con él a un edificio abandonado y en construcción, sin luz, en otra ciudad, aislada de todos mis seres queridos). Como lloraba me dijo que si lo seguía haciendo me iba a pegar una trompada en la barriga. Muchos años después se desapareció por varios días, supuestamente había ido a cazar por un fin de semana, cuando llegó yo estaba en mi casa, con mis hijos pequeños y me había llevado trabajo para no atrasarme y poder cuidarlos. Cuando entró le dije que estaba nerviosa pensando que le había pasado algo, su respuesta fue pedirme dinero, le dije que no tenía y de la bronca, ante sus repetidos reclamos, le tiré mi billetera para que él mismo lo comprobara. Su respuesta fue una trompada en la cabeza que no vi venir y me tiró hacia un lado. Luego de eso le mentí que lo había denunciado a la policía. El "valiente" nunca más me pegó pero siguió con su violencia verbal y sacándome todo el dinero de mi trabajo. Yo no podía ver eso, me enojaba con quien quisiera abrirme los ojos, pensaba que lo iba a cambiar, luego le tuve miedo y preferí callar, decir a todo que si, no protestar por nada. Algo pasó que me hizo cambiar pero los movimientos tenían que ser lentos e inteligentes porque mi vida corría peligro y no exagero. Desaproveché ocasiones especiales porque siempre terminaba creyendo en sus palabras o temiendo sus reacciones. Un día, después de años, dije basta, me fui de mi casa, me fue a buscar y probó sucesivamente todo: hacerse la víctima, hacerse el arrepentido para terminar diciéndome que si no volvía por las buenas lo iba a hacer por las malas. Volví y a la mañana del día siguiente ya me estaba maltratando y pidiendo dinero. Volví a irme, tuve que alquilar una casa, tuvo la mala leche de ir a buscar a mis hijos y decirles que vivirían mejor con él, en la casa donde se habían criado y con sus amigos de toda la vida. Sufrí mucho, extrañaba a la noche no estar con mis hijos, me preocupaba encontrarlo en todos lados, que me siguiera, que se escondiera en el patio de mi casa para escuchar mis conversaciones. Un día se fue, cuando estuve segura que estaba en el norte volví a mi casa, la que estaba sucia y destruída, llena de porquerías y no había pagado ningún consumo, ni siquiera se preocupó por el bienestar de sus hijos. Antes de ayer mis hijos recibieron una caja del tamaño de una de zapatos, dentro venían cuatro bolsos de lona berretas y hasta iguales, un par de zapatillas violetas talle ( ¡39!) número al que nunca llegará mi hija y un MP4 usado. A la noche llamó y me dolió escuchar la forma en la que mi hija le hablaba, como si fuera un padre amoroso, como si le hubiera cumplido su sueño, como si eso que mandó no hubiera sido un insulto al cariño que ellos todavía le dan. Hoy le escribí un mail y le pedí que me lo contestara, le dije que no jugara más con los sentimientos de nuestros hijos. Me contestó enseguida con una desfachatez que confirma que la maldad existe sobre la tierra. No soy una madre que pone a sus hijos en contra de sus padres pero tampoco les oculto los problemas. Cuando él se fue, junto con el dinero que yo le di para que lo hiciera, me llovieron acreedores y deudas de este señor a las que le he ido haciendo frente y pagando como puedo. Este mismo año terminé de pagar tres. Mis hijos comen, estudian, se visten y disfrutan de sus diversiones gracias a la sangre, sudor y lágrimas de su mamá que se desloma todo el día para darles todo lo que piden. El año pasado el padre de mis hijos ilusionó a mi hija con el cumpleaños de quince que ella sabía que yo no iba a festejarle, le dijo que le iba a enviar el dinero y que no me contara. Por supuesto me enteré, creí en él pero llegado el momento "desapareció de los lugares que solía frecuentar". No llamó ni siquiera para desearle felicidades a la hija el día de su cumpleaños, el 30 de abril. Luego reapareció para prometerle todo para octubre y nuevamente se lo tragó la tierra y ahí apareció el " Angel" que conté en post de setiembre, un hombre maravilloso que Dios cruzó en mi camino y que cumplió la ilusión de mi hija porque "Si vos no sos feliz yo no puedo serlo". Pero pucha, aunque ahora los seres que me rodean me transmiten paz, cómo duele el pasado y la hijoputez de un sorete que ni se merece tal derroche de palabras. Nunca me dijo que me quería ni siquiera cuando se lo preguntaba. No me hago la víctima, fui la culpable de una situación de la que después por temor me fue difícil escapar y de la que pagaré las consecuencias siempre.

11 Comments:

At 8 de noviembre de 2007, 11:55:00 p. m. UYST, Blogger Gentleman said...

Bueno! espero que despues de esto este totalmente liberada!!!...mire que descargo eh! se que debe doler mucho, pero tenga en cuenta que el amor por alguien no se inventa, mas si es de un hijo a un padre, cuantas veces lo perdono? y sufriendo. no se si los chicos vivieron ese calvario quizas por eso lo vean de otra manera, hagase fuerte y evite todo lo que pueda para no meterse en el medio , no son tontos ya se van a dar cuenta.
saludos.

 
At 9 de noviembre de 2007, 7:56:00 a. m. UYST, Anonymous Anónimo said...

No terminé de leer todo el post... con los primeros párrafos me fueron suficientes... y salteé hasta el final...

Solo alegrarme de que los seres que tenés ahora a tu lado te transmitan paz.

Animo.

:)

 
At 9 de noviembre de 2007, 10:34:00 a. m. UYST, Blogger Agus said...

woowww Uru que historia!..era durmiendo con el enemigo..que bueno que pudo zafar, le costó eso si,pero reaccionó..los hijos a la larga se dan cuenta de todo..ud espere y verá..yo creo en la justicia divina..lástima que haya que sufrir las consecuencias, pero la vida pone en situaciones a personas que pueden sobrellevarlo como ud que es toda una MUJEROTA..mil abrazos Uru..

 
At 9 de noviembre de 2007, 11:12:00 a. m. UYST, Blogger Fodor Lobson said...

Algún día sus hijos le contarán a algún amigo, o escribiran en algún blog, lo corajuda fue su madre.

 
At 9 de noviembre de 2007, 6:08:00 p. m. UYST, Blogger mismilesimas said...

Me alegro de que zafaras de esa mierda. Y tus hijos, como ya te han dicho aquí, pronto se daran cuenta. Te lo dice una hija de una situación de esas, con 31 todo esta más que claro. Y disfruta de las perosnas que te trasmiten paz, eso es lo bueno.
Mil besotes y abrazos!!

 
At 11 de noviembre de 2007, 12:33:00 p. m. UYST, Blogger lauruguacha said...

¡Gracias a todos! Yo se que mis hijos deben tener claras las cosas pero a veces me duele que para los H d P las cosas sean tan fáciles. ¿ Podrá vivir tranquilo así? ¡Disculpen pero esto fue como una terapia y estos días que pasaron fueron intensos! ¡Abrazos!

 
At 12 de noviembre de 2007, 5:16:00 p. m. UYST, Anonymous Anónimo said...

Mrs. Uruguacha, como bien dicen, eres una mujerzota.. un abrazo fuerte y sentido..

 
At 12 de noviembre de 2007, 8:42:00 p. m. UYST, Blogger lauruguacha said...

Me llegó el abrazo Vic!

 
At 15 de noviembre de 2007, 12:09:00 p. m. UYST, Blogger veroblog said...

lamentablemente hay padres que mueren por ver a sus hijos y no pueden, por una u otra razón... madres que por lastimar a sus ex no dejan verlos y sufren todos, pero de estos hijos de puta también está lleno... lamentablemente

 
At 19 de noviembre de 2007, 5:31:00 p. m. UYST, Blogger Si, mi reina said...

Tu historia Uuru me llego al corazon, porque yo vivi algo parecido, en menor medida, y si que duele. Por un lado, da paz tener a ese tipo de personas lejos, pero por otro lado, la existencia del pasado si que duele muchas veces y resiente a una.
Yo te entiendo. Esas historias, cuando estas en ellas, son como un circulo vicioso, no puedes dejarla, piensas q ese ingrato va a cambiar y las cosas cada vez se ponen peor. El maltrato fisico es pesimo, pero el verbal duele, duele en el tiempo.
Yo tbn me siento culpable de estirar una relacion que me hacia daño. Y tan igual q vos, detesto la impotencia q sean tan malas personas y les vaya igual de bien.
Pero todo vuelve Uru y tu encontrastes alguien para curar esas viejas heridas.
Besos

 
At 22 de noviembre de 2007, 11:24:00 p. m. UYST, Blogger lauruguacha said...

vero: abundan si pero se pierden el amor de sus hijos con sus actos. Mi hijo cumplió años el domingo y el padre no lo llamó. Eso duele.

reina: tú lo has dicho, es un círculo vicioso del que es difícil salir pero si se logra todo mejora, de eso no hay dudas. Espero que te haya ido muy bien con tus exámenes!

 

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