martes, diciembre 26, 2006

Primero que todo: no lo puedo "acreerrrr"... he recibido visitas en mi blog y todas muy bienvenidas porque he andado por sus casas virtuales primero y me encanta lo que escriben. Leyendo el comentario de uno de mis visitantes sobre mi dignidad ante una situación específica, recordé una anécdota donde yo siempre uso esa palabra al terminar de contarla: Dignidad. Resulta que en mi trabajo siempre dejo para ir al baño a último momento, si estoy escribiendo pienso " hasta que llegue al punto"...y cuando llego " bueno, mejor sigo un poco más"... Si estoy al teléfono pienso que después de esta llamada que se engancha con otra y justo cuando corto viene alguien y así voy dejando pasar el tiempo. Y la acción transcurre en un día donde anduve a mil y tuve unos pequeños llamados intestinales pero los ignoré. Así se pasó la tarde hasta que quedé sola en la oficina cuya puerta no cerró con llave la última persona que se marchó. Yo estaba en un privado al fondo, era de tardecita y de pronto todas las ganas que sofoqué se vinieron en patota y salí corriendo para el baño. Con la seguridad de estar sola comencé a bajarme el pantalón en el pasillo y al abrir la puerta del baño apunté con la cola hacia el inodoro y me tiré hacia el mismo. La maniobra tuvo una explicación, ya no aguantaba más y algo no muy agradable se me caía sin ninguna necesidad de ayuda. Todo esto que cuento fue en segundos: corrida por el pasillo bajándome pantalón y chabomba, derrape hacia el baño maniobrando con la cola hacia el "water". Al caer sobre el recipiente sanitario rompí con ruido importante la tapa de plástico al mismo tiempo que deposité con una herrmosa flatulencia lo que por tantas horas rogó salir. Es en ese momento, con la puerta abierta del baño, sentadita sobre la tapa rajada y con carita de alivio, que siento que alguien pronuncia tímidamente mi nombre y es también en ese preciso momento que recuerdo que había olvidado que un serio y veterano cliente había sido citado a última hora de la tarde. Inmediatamente ( tengo una poderosa reacción ante el stress) cerré de una patada la puerta al tiempo que con mi mejor voz decía: " Ya voooy". Y como soy mujer de palabra, al cabo de unos minutos salí del baño, con una diggggnidad che, que parecía que había estado reunida en teleconferencia con Tabaré y Néstor tratando de solucionar el conflicto de las papeleras ( la libre asociación de ideas la dejo librada a la imaginación de quien lea) ignorando todo lo sucedido momentos antes... aquí no pashó nada valorrrr y shi no te gutó...recatate!!!

3 Comments:

At 26 de diciembre de 2006, 11:30:00 p. m. UYST, Anonymous Anónimo said...

... disturbing o_O.
jaj, sumamente inquietante la dicha anécdota. Espero que el ineludible detallismo del soliloquio no sea común cara a cara xD.
saludosss
colgau

 
At 27 de diciembre de 2006, 7:14:00 p. m. UYST, Blogger Unknown said...

Ud es una mujer digna... y eso no cabe duda. Digna de qué ... es otra cosa a preguntarse...

Besos especiales

 
At 28 de diciembre de 2006, 7:30:00 p. m. UYST, Blogger lauruguacha said...

Colgau: Me ha hecho reflexionar y con verguenza confieso que cara a cara doy más detalles todavía ( tendré en cuenta la mesura en próximos recuerdos). Cariños pa' Eugenio. :P

;( Mago: Aclare pa' que soy digna porque suena feo lo que escribió ( Yo igual lo interpreto como digna de amor y de respeto)

 

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