domingo, noviembre 19, 2006

Si, si, lo admito! No soy cibernética, cambio los canales de la tele sin el control remoto, paso un buen rato grabando el mensaje del contestador automático, le busco el lado "B" al CD, en los bancos prefiero esperar tres horas para que me atienda un cajero de carne y hueso y no compartir un cubículo caluroso con una máquina que me pide cosas que no seee como darleeee, no se configurar la compu con la impresora, pasó mucho tiempo tratando de apagar la linterna de mi celu que no se por qué maldita razón y en contra de mi voluntad se prendió cuando yo sólo pretendía mandar un mensaje de texto del cual nunca pude entender su contestación porque eran un montón de letras y abreviaciones! No soy de esta era pero trato, juro que trato!!!! Me encantaría que los adelantos tecnológicos me ayudaran a enfrentar mis ocupados días pero nooo, me hacen más difícil la jornada diaria, preciso horassss, necesito más horass en el día! Políticossss, trabajen en pos de una ley para que los días tengán más horas, después vemos que hacemos con la "corrida diaria", la podemos meter en el plan de emergencia para que los beneficiados a base de los impuestazos que pagamos los que laburamos, además de mirar la tele y tomar mate y comprarse celulares con la ayuda del gobierno, también laburen un poco. ¡ Aguante el gobierno progresita que destruye al laburante y al estudioso en beneficio del "necesitado"!. Para todos los gobiernos, sean del color que sean es más fácil dominar al que no piensa y darle pan y circo en vez de educación y trabajo digno. Bueno, lamentable lo mío, me salió el "otro yo". Pa' calmar los ánimos y a continuación, vayan unas palabritas de mi autoría que me salieron todas juntas allá lejos y hace tiempo:
A veces los horarios
nos dominan
nos llenan de presiones
y de apuros
y cuando cambian números
o corren manecillas
el tiempo es lo que vale
y no los sentimientos
pero ¿ sabés?
un "te quiero"
sólo dura segundos
y un abrazo minutos
y no hay reloj ni alarma
que corte o que interrumpa
el instante de un beso
el momento en que sólo somos
vos y yo
sin hora y sin distancia
y hasta vale la pena
el tiempo hacia el encuentro.