Salí del trabajo y el supermercado estaba cerrado.
Fui al local que queda abierto en la noche.
Es pequeño, tiene la puerta en el medio y al entrar a la izquierda está el policía de seguridad y a la derecha la cajera.
Entré apurada y "manotié" lo que pensé que era un carro y "tironié" de él.
Como el vehículo en cuestión permanecía sin moverse centré mi atención en lo que era un recipiente enorme de metal color rojo lleno de atados de leña.
Está de más escribir que era a esa tremenda cosa pesada que mi mano estaba aferrada tratando de moverla para depositar lo que compraría.
Y que en el reducido lugar, visitado cientos de veces por mi, nunca ha habido carros sino pequeños canastos de plástico.
Y que al uniformado sentado al lado, tentado de risa y silencioso, le alegré por unos minutos lo que prometía ser otra noche aburrida.
6 Comments:
Y, con el levante que tiene usté ultimamente, gusrde que el uniformado en cualquier momento le ofrece su leño.
que fuerza mamita !!!
te imaginas si lo movias??? el seguridad se infartaba...
Abrazo sonrisa y beso
fodor: ...y yo en mi distracción capaz que en la próxima me le prendo del leño y tiro!
wallyz: Ahí si que me convencía que soy la mujer maravilla!
ajajjajajajajjajajajjajajajjaja
(ay miga que me haces matar de la risa, pero por solidaridad... o sea... en el dolor por ser más idas y despistadas... hermanas)
¿No sabe cuál es el blog del guardia de seguridad?
:-)
miyita: será un mal de las escorpianas. Yo no empujaba el supuesto carro, tiraba de él sin mirar lo que quería arrastrar! Un horrorrrrr!!!! juajua!
gustavo: jaja! Se lo pregunto en la próxima...¿ será "Las noches más largas del mundo"?
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