A los tres años y a la salida del jardín de infantes me contó que estaba triste porque una compañera le había contestado con un no a su pedido de ser novios. Me la vi venir. Pero el hombre ha tenido una vida amorosa tranquila y sin sobresaltos.

A los dieciseis, en la vispera de un viaje, me pidió si podía ir con nosotros una amiga. El viajó con permiso de menor, la amiga no ¡porque ya era mayor de edad!

Hoy a la mañana me confesó que estaba muy enamorado de una chica que conoció hace un tiempo.

-"Es tan buena y no es la típica flaca, es una chica re común pero nunca pensé que la iba a querer tanto. Te juro que hasta me imagino casándome, de traje y de pelo corto. No te puedo explicar lo bien que me siento cuando pienso en ella."

- "¿ Te sentís feliz?"

- "Si"

- "Disfruta esa sensación. Conózcanse. No se apresuren. Tiempo al tiempo." ( ¡Uy! ¡Qué difícil es ser madre consejera a veces!).

- "Al principio ella se cuestionaba la diferencia de edad pero ya no. Es siete años mayor que yo." ( ¡Re uy! ¿ Este chico no tendrá un Edipo?)

¿ Qué le puedo decir? Mi cuñado, mi hermano, mi primo y mi novio son todos más jóvenes que sus respectivas consortes... ¿ Quién decretó que en una pareja el hombre tenía que ser más viejo que la mujer? Es un precepto que no se cumple en mi familia y una "falta" que evidentemente se transmite de generación en generación.