lunes, enero 21, 2008


Uru: " Hermano Arbol: transmíteme la energía del Universo".
Arbol: " ¡Hermano Arbol las pelotas! ¡SáquenmeNNNNN a esta loca! ¡Si tuviera pies lo que le transmitiría sería una buena patada en el orrrto!"

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domingo, enero 20, 2008



Estaba con mi novio en la cola de un banco pero me cerraba otra oficina. Le pedí que se quedara y en el apuro le dejé mi cartera que caballerosamente tenía para que yo no con cargara con ella. Realicé el trámite y cuando volví el banco había cerrado. Como hay un ventanal le hice señas al policía de la puerta, el que me dejó entrar sonriendo y diciéndome que el grandote de cartera colorada le resultaba sospechoso. Mi novio al verme llegar le había avisado: " A esa señora que está afuera le estoy haciendo la cola". Cuando le pregunté que le había respondido el guardia, mi peor es nada me dijo que lo miró con cara de " Lo felicito pero a mi que me importa hijo de puta".

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miércoles, enero 16, 2008



Tengo dos recuerdos de mi infancia en los que miro feliz y orgullosa mis zapatos.

El primero es del colegio primario, llovía y el recreo era en los pasillos por donde corrían niños para todos lados. Pero yo nos los percibía, yo estaba parada contra una pared mirando mis botas para lluvia coloradas. No eran duras, eran blanditas y tenían una imitación de botón al costado. No se quien me las había comprado pero nadie las tenía y a mi me encantaban al punto de pasarme un recreo mirándolas fascinadas.

El segundo es del día en que cumplí nueve años. A mi madre la habían operado y mi abuela me llevó al sanatorio a visitarla. Seguramente fueron mis padres quienes me regalaron unos zapatos redondeados y de charol blanco con una piedra colorada. Quedé hipnotizada ante tanto derroche de mal gusto y me recuerdo llegando del sanatorio, caminando por el corredor hacia la casa de mi abuela y mirando los para mi preciosos y relucientes zapatos que llevaba puestos a pesar del calor de aquel noviembre de mil novecientos setenta.

Hasta hoy quedo paralizada ante la vidriera de una zapatería y es el accesorio que más me atrae. Puedo olvidar la cara de alguien o su vestimenta pero seguramente me acuerde de su calzado aunque no juzgo ( ¡No me gustan las zapatillas que se compra mi novio!).

Mi amor por los zapatos es directamente proporcional al odio por los dedos gordos de mis pies pero no es la razón para taparlos porque adoro usar sandalias y mirarlas aunque los dos energúmenos asomen descarados.

( Por favor, abstenerse de comentarios sobre olores a pata y la simpleza de ser feliz observando un objeto).

lunes, enero 14, 2008

Mirando en la tele la liberación de las rehenes colombianas pensé en un primer momento que la mujer voluminosa y vestida de rojo que sobresalía en el descampado era una de ellas. Luego la volví a ver en la llegada a Venezuela y me llamó la atención en "el apronte pa' la foto" las veces que esa mujer se arreglaba la vestimenta mirando hacia adelante. En la foto aparece la senadora colombiana Piedad Córdoba con su turbante colorado en primera fila al lado del presidente venezolano Chávez con un niño en sus brazos ( el colmo de la demagogia) y entre ellos y atrás asoma la cabeza de Clara Rojas, una de las liberadas, una de las dos protagonistas de ese día ( la otra aparece a un costado al lado de Chávez y con su nieto en brazos). Las imágenes del video y de la foto me chocaron. No me gustó el protagonismo del presidente y de la senadora. No me pareció una misión humanitaria sino una forma de exhibirse al mundo, de legalizar un movimiento guerrillero y de jugar con los sentimientos de las personas que han sufrido ( y que siguen sufriendo) las acciones de un grupo violento. Ojalá las liberadas puedan recuperar su vida y olvidar lo padecido, ojalá los sudamericanos no nos dejemos avasallar por la prepotencia de un señor que se involucra en problemas gravísimos de países que no son el suyo, no para ayudar sino para satisfacer su ego y sus intereses. Ojalá alguna vez los hombres nos podamos entender sin violencia, sin extremismos, sin manipulaciones, respetando al otro y sin esperar una compensación a cambio. Actuando simplemente por la satisfacción del bienestar del prójimo. Pero claro, mi deseo es utópico y cursi y si alguna vez se cumple habría que cambiarle el significado a la palabra política.

martes, enero 08, 2008



¿ Qué la vida no es magia? ¿ Qué el Universo no te da lo que deseas? ¿ Qué lo que necesitas no está al alcance de tus manos ( o de tu cabeza)?

Caminaba tras élllll por el super, buscábamos bebidas frías pero "la calor" había arrasado con los líquidos refrigerados.

Nos íbamos a la playa y pensé que tendríamos que tener una heladerita cuando algo golpeó en mi cabeza. Era un bolso térmico que cayó solo en un pasillo con góndolas llenas de refrescos. Allí arriba, lejos de la vista y en el estante más alto se encontraban los bolsos que nunca hubiese visto si uno no cae sobre mi zabeca. Dos empleados del super corrieron a auxiliarme y me pidieron disculpas por el bolso saltarín pero si les decía que había saltado al llamado de mi mente hubiese quedado como una loca. Al bolso no lo llevé aunque lo miré con cariño: "coshita vuelvasé al estante que va a pasar más lindo aquí que en los cuarenta grados de afuera".

A ver, a ver...¿ Quién es capaz de decirme que la vida no te da lo que te mereces? ( Por ejemplo a mi me dio un buen golpe en la sabiola, deshí que tengo un buen balero paguantarrrr lo que venga, este qué!)